jueves, 4 de enero de 2007

Para ganar en grande hay que apostar en grande

Para ganar en grande hay que apostar en grande, y ese es el problema, uno lo puede perder todo muy rápidamente, todo se desploma con la brisa de un NO, tan rápido que no te deja ver nada más, tan oscuro que te absorbe, uno no puede pensar en nada más, y ve con impotencia como caen todas tus ideas, como una torre que fue construida sobre una nube de esperanzas, pero como dice el dicho el que no se arriesga no cruza el río… tengo que hacerlo, el jueves 11 tengo que ir a la embajada de EE.UU. para que me digan Sí, que si puedo ir, que podré visitar a Jesse (quien me invito a pasar dos meses con el) que podré estar ahí, caminar por Central Park, toparme con Woody Allen, ver un partido de fútbol americano, vivir el American Dream, y todo eso que uno escucha en la tele… pero todavía falta el ultimo paso, tengo todo apostado aquí, y con el solo pensar de un no, tiemblo, me veo expuesto, y es que no quiero pasar este verano acá, no quiero quedarme en mi casa, sabiendo que podría estar en New York, no quiero compartir con la misma gente de siempre, en los lugares de siempre, sabiendo que podría estar conociendo gente nueva, un país nuevo, una cultura nueva, no quiero ver como se me pasa la mejor oportunidad de mi vida en frente de mis ojos, y es que no me gusta el hecho de depender de alguien que no sea yo, no me gusta saber que la decisión es de ellos, y no puedo hacer nada para influenciarla, que lo único me queda es esperar sentado hasta el jueves y rogar por un si, porque si no es así, no se que haré durante todo el verano, ya que no tengo un plan B, si me dicen que no, no tengo otro panorama, no tengo planeado salir con mis amigos si es que algo sale mal, simplemente no podría, aquí lo apuesto todo, y es que para mi no hay otra manera de hacerlo, es todo o es nada, ya que para ganar en grande hay que apostar en grande también.