martes, 12 de diciembre de 2006

Luto y asados

-Dile a tu papá que ya tengo el vestido de luto, para el asado que prometió para cuando se muriera mi general- Dijo mi abuela, yo creo que esa frase simplifica perfectamente las diferentes ideas que se tiene de Pinochet en mi familia. Ladrón le dice mi papá, pero ladrón que roba a ladrón… responde mi abuela, una señora viuda que con el tiempo se ha ido pareciendo cada vez más a esas mujeres que aparecen en la tele gritándole, recriminándole a Dios porque se lo llevo tan rápido, de esas mujeres que hablaban de lo bueno que fue, de lo mucho que se logro en su gobierno, y que sin él, Chile todavía seria el país más pobre del continente, lo cual yo creo que es probable, y nadie esta negando que económicamente nos dejo mejor de lo que nos tomo, lo que si no concuerdo es en que los detenidos desaparecidos fueron un costo que se debía pagar, y que no hay punto de comparación entre lo que le robo al país, y lo que le dio. Mi hermana y mi viejo se ríen, saben que aunque estén todo el día enumerándole las cosas que hizo Pinochet, no la van a convencer, ni aunque le nombre las 30.000 personas que fueron torturadas durante la dictadura no la van a convencer, ni aunque le muestre la cifra de todo lo que robo, no la van a convencer. Eso es lo malo de vivir al medio de esta disputa, al medio, entre mi familia, que lee el The Clinic y que vota por la Bachelet, y mi colegio ingles, donde no me extrañaría encontrarme el lunes con una bandera a media hasta, donde incluso en las clases de historia, me quieren convencer de que el hombre fue un santo, me siento como Leonardo Di Caprio, en “Los infiltrados”, viviendo entre dos mundos, teniendo que incluso cambiar de acento para que no descubran de donde vengo, y que soy una especia de espía del otro bando, como la vez que un compañero me invito a almorzar a su casa y me mostró, hinchado de orgullo la colección de objetos de Pinochet que tenia su papá, su sombrero, su pistola, algunas medallas, y una foto de por lo menos 1 metro y medio de largo de “El General”, que por lo menos no esa en la que lo muestran con unos terroríficos lentes negros, uff! espeluznante, y me cuenta que una vez fue a almorzar con él, y que es muy simpático, y muy normal, y que… la verdad es que no me acuerdo mucho de lo que me dijo, me costaba hacer eso y al mismo tiempo imaginarme almorzando con él, yo a un lado de la mesa y él al otro, yo muerto de miedo, y mi mente a mil, preguntándome que cosas le diría, ¿Cómo puedes dormir por las noches? ¿Quién te dio el poder de decidir quien vive y quien no?
Solo se que mañana lunes, quiero comprar todos los diarios, en especial el The Clinic, ¡si me froto la manos pensando en la portada! Y me imagino vestido de negro, en la fiesta que prometió mi viejo pa` cuando se muriera “El General”.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Mi Viejo

Y aquí estamos nuevamente sentados en la mesa como mi mamá quería para que “compartiéramos”, pero aunque estamos sentados los tres en la misma mesa siento que hay un mundo entero que nos separa. Te miro leyendo el Mercurio, solo para escucharte decir que el The Clinic es mucho mejor, innumerables veces te he escuchado criticar a los políticos, pero todavía no entiendo porque no estas inscrito, te miro mientras hablas con mi hermana sobre lo bueno del comunismo y lo malo que fue Pinochet, pero aun así me inscribiste en un colegio ingles, donde todos son de derecha, y creen que aunque Pinochet mato a varios comunistas, al parecer se le olvidaron varios más. Te miro y no te entiendo, lleno de contradicciones, pero aun así, tan seguro de lo que dices, de lo que crees que es justo.Me he enojado tanto contigo, que he querido desaparecer, que tu desaparezcas, te he gritado que no quiero volverte a ver nunca más, que incluso un par de veces me he escapado de casa, pero en ambas me fuiste a buscar sin importar lo que te halla dicho, me has castigado, me has gritado, me has retado y me has amenazando, y yo como buen hijo tuyo te he retado a que cumplas tus amenazas, han sido tantas las discusiones que en este momento no me puedo acordar de ninguna en particular, y es eso exactamente lo que me pasa cuando me enojo contigo, se me olvida todo, y ahí estoy sentado nuevamente sentado en la misma mesa como mi mamá quería para que “compartiéramos” más, pero todavía siento que estamos muy lejos el uno del otro, a ti te gustan los tangos argentinos, a mi el rock americano, tu eres de la U, yo del Colo, a ti te gusta el rodeo, yo prefiero jugar Play Satation. Aun así cada cierto tiempo intentamos entrar en el mundo del otro, te acompaño al campo, pero simplemente no hay caso, al poco tiempo me pongo los audífonos y me sumerjo nuevamente en mi mundo, simplemente no va a suceder, somos diferentes y nunca tendremos intereses parecidos, lo que vale es que seguimos intentándolo.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Crecer

Uno de mis miedos (y probablemente el de todas las personas de mi edad) es crecer, y todo lo que esto conlleva: responsabilidades, tener que hacer cosas que no te gustan, tener que tomar decisiones importantes que afectaran el resto de tu vida, en fin, crecer.
Que bella época esa donde te sacabas un siete por pintar sin salirte de la “rayita” donde tu mayor temor era que hubieran guatitas de almuerzo y no como ahora donde hay que estudiar y estudiar para con suerte ir a patadas con los cincos, y que tenemos que preocuparnos por la PSU, porque ya se esta acabando el año y eso significa que solo me queda un año para rendirla, solo un año, un año que para mi es como estar al borde de un precipicio y hay dos opciones: saltar y llegar al otro lado, o morir en el intento.
Pero aun peor que dar esa prueba, esa temida prueba, esa que definirá tu futuro, esa maldita sigla que se escribe en mayúscula solamente para atemorizar aun más a los jóvenes, la PSU tiene que ser elegir carrera.
¿Como demonios se espera que yo, un joven de 16 años pueda tomar una buena decisión y elegir una buena carrera? Mira primero tienes que ver para que eres bueno, no, no, no, primero tienes que ver, que es lo que más te gusta, no, no, tienes que ver en que te ves trabajando TODOS los días por el resto de tu vida, y ese es el problema, es que no me veo trabajando por el resto de mi vida en nada, no, ese futuro es muy lejano al que me imagine cuando yo era chico. Yo por lo menos cuado chico no me imagine como un hombre de familia que llega del “trabajo que detesta pero igual lo tiene que hacer porque es la única opción” a la casa chica y fea, pero que igual la quiero por que es mi casa y es lo que me dio no más con la mugre de sueldo que recibo, abrazar a mi esposa que a veces la quiero y a veces no. Bueno, OK, quizás me excedí en imaginarme un futuro tan apocalíptico para mi, pero es que me da pavor despertarme un día y darme cuenta de que mi vida es un asco y que no conozco nada de este mundo y mis metas no las he logrado, no conozco nada de este Mundo, no he encontrado a ESA mina, y quizás para esta hora ya encontró a otro mejor, o peor aun la encontré y no me atreví a decírselo, y la verdad es que me da pánico despertar y por fin entender lo que mis viejos me querían decir cuando me decían “cuando seas mayor lo entenderás”, o tener que inventarle mentiras a mi hijo como todos nuestros padres lo hicieron con nosotros, tipo: “Lo hago por tu propio bien” “Si lo haces te arrepentirás” “Algún día me lo agradecerás” “Si me cuentas te juro que no me enojo” y personalmente mi favorito “Solo te lo diré una vez”.
Simplemente no quiero crecer, porque me voy a transformar en lo que uno menos quiere transformar uno cuando crece: UN CLON DE TUS PADRES. Si se que ahora todos ustedes deben decir imposible, eso a mi no me va a suceder, o sea NO WAY, porque yo no soy nada que ver con mis viejos, a mi me gusta bailar reggaeton, ir a las discos, mirar MTV, chatear, cosas que mis viejos con suerte saben que existen… Pero, lo mismo decían ellos, quizás un poco más cursi eso si, con sus papás, onda: no yo no voy a trabajar nunca, no me voy a rendir ante el sistema, yo voy a tocar guitarra, y de eso voy a vivir no más po´… Pero la verdad es que todos maduramos, algunos antes, algunos después, para algunos va a ser justo a tiempo, para otros quizás sea muy tarde pero de que van a madurar van a madurar, ya sea a palos pero lo van a hacer, quizás este sea el momento de hacerlo, de parar de vivir de mis sueños de cabro chico y comenzar a preocuparme por el resto de mi vida (que parece como mucho tiempo y se acerca a pasos agigantados) quizás ya es hora de apagar la tele, y en vez debería pescar un cuaderno y comenzar a estudiar para la PSU, quizás ya es hora de dejar de alegar tanto por los problemas que el colegio nos pone por puro que quiere que nos tienen mala, y quizás debería intentar arreglármelas para llevarlos acabo lo mejor posible, y quizás simplemente ya madure y no me di cuenta, quizás es por eso que ya no me río tanto de las bromas que hacen mis compañeros, quizás es por eso que ahora no me causa riza cuando se ríen de un compañero simplemente por que es diferente, quizás sea porque yo también lo soy, y en cambio me da pena por el ambiente en que vivimos, tan cruel que a nadie le importa como se siente el otro, quizás madurar no era tan malo como yo pensaba, y que no significa tener que agachar el moño, si no afrontar los problemas con otra mirada, y no preguntarme por que YO tengo este problema, y en cambio preguntarme COMO lo arreglo. Quizás ya madure o quizás todavía soy un pendejo que se cree grande, pero si se una cosa: Todo el mundo tiene que madurar tarde o temprano, por las buenas o por las malas, y solamente espero hacerlo antes de que sea muy tarde.